jueves, 25 de octubre de 2012


A Felipe.

Hola hijo querido, somos mami y papi, es decir los de siempre. Los que siempre hemos estado y estaremos junto a ti.

Hoy es un día muy especial, porque te han invitado a reflexionar, es decir a pensar, y cuando uno piensa, lo hace sobre lo bueno, lo regular y lo malo. El pasado, el presente y el futuro. Se recuerda con cariño, se recuerda con amor, a veces con tristeza, y a veces hay una ensoñación.

Cuando a nosotros se nos pregunta por Felipe, el corazón se nos agranda, se nos llena de alegría, y nos dedicamos a hablar del gran hijo que tenemos, de lo juicioso que es, de las gratas noticias que nos llegan del colegio, gracias a que es buen estudiante.

Es emocionante conversar contigo y saber que jugaste con tus amigos del colegio, que estás viviendo cada uno de tus días escolares con alegría. Es emocionante recogerte los sábados y saber que disfrutaste tu clase de futbol, que hiciste pases para goles, y a veces hasta hiciste goles.

Que aprendes las notas musicales, que tienes aptitudes musicales, que recuerdas las obras musicales que te aprendes, y que fuiste el primero en música en sacar 100 este año. ¡Qué alegría Feli! Qué bueno que te gusta la música, arte al cual nosotros los Bernal le debemos tanto, tanto, tanto…    

El sábado pasado fue espectacular ver como la coordinación de tu cuerpo, y la capacidad rítmica que tienes, te permitió bailar como tú bailas. La presentación fue magnífica. ¡Vas muy bien en Hip hop!            

Bueno, hay cosillas que ya no son tan buenas, a veces tu terquedad hace que todos en casa nos ofusquemos, uno no puede estar diciendo a toda hora: “ya voy”, y no va. Uno tiene que ir. Y a uno no lo van a esperar toda la vida, Uno tiene que estar en el lugar indicado en el momento que lo necesitan, y no cuando uno decide, porque a veces la decisión de uno va en contravía de los que la sociedad requiere, y si uno no se monta rápido en el tren de la vida, ese tren lo deja, y uno entonces, ¿para dónde se va? El tren de la vida no se detiene, disminuye la velocidad para que los que estén listos se suban y sigan. Los tercos a veces no se suben en ese tren.  

Feli, ¿por qué siendo tan buen estudiante y tan concentrado para armar legos, no lo eres para hacer las tareas que no sean de matemáticas? A veces tu falta de concentración nos alarga las actividades, y nos coge el tiempo haciendo tareas que sí estuvieras concentrado, las terminarías bien y en menos tiempo.

Y como siempre hay un pero, el pero contigo Feli, es la comida. ¿Cómo vamos a hacer para que comas adecuadamente? Feli, ya sabes que si uno no come bien no crece. ¡Hay que comer adecuadamente!

Como papás es grato para nosotros mirar para atrás en el tiempo y saber que cada uno de los minutos que hemos vivido, desde que llegaste a nuestra vida, a sido magnifico. ¡Eres el mejor hijo que hay! Nos alegras la vida, y nos invitas a vivirla con emoción. Dentro del pasado ya está el paseo a los parques en Estados Unidos, un paseo que nos merecíamos como familia, y en el cual disfrutamos cada momento. Recuerdas como brincabas de emoción cuando ibas a entras a Legoland, y recuerdas la alegría que nos dio a los tres, que pudieras montar en el Roquet.

En el presente como familia trabajamos unidos, y luchamos conjuntamente por nuestro bienestar. Nos es grato llegar a casa u compartir nuestras vivencias, sabernos amados y amorosos los unos con otros. Saber que todos los días nos acostamos contentos, y al otro día nos levantamos alegres a enfrentar nuestro quehacer diario.

El futuro lo vemos con esperanza, con fe infinita en que nuestra labor diaria ha estado dando frutos y nos dará otros  más dulces. Somos una familia convencida de que el trabajo en equipo mejora los resultados, y nos permite aspirar a logros mayores, tanto espirituales como materiales. Deseamos que sigas siendo un hijo juicioso, educado, simpático, ágil, diligente, y sobre todo, un hijo tan amoroso como eres con nosotros, tus papás que te amamos con todo el corazón.   

Hoy hijo querido es un día para darle gracias a Dios por permitirnos vivir con alegría cada momento en familia, hasta los de las tareas que no son de matemáticas, y los de las comidas. Recordamos en todo momento tus sonrisas llenas de amor, tu manera de bailar, y tu timidez que quieres superar, y ser más abierto a los demás.     

Es el momento de darle gracias a Dios por los seres queridos. Por los momentos agradables que hemos pasado juntos. Somos una familia a la que Dios le dio cinco talentos y estamos trabajando unidos, para que cuando Él nos los reclame le podamos entregar diez o un poquito más.

Bueno Feli, hijo querido, disfruta tu día de reflexión, comparte con todos tus amigos, lucha porque el niño de hoy y el futuro hombre del mañana, cada día sean mejores. ¡Ah!, y cómete toda la comida.

Con nuestro amor, para nuestro hijo: mami y papi