viernes, 10 de mayo de 2013


VOCACIÓN

 

* Dedicado a  “Soñita” **

 

…Y al aceptar su vocación, perdió el derecho a descansar; así llegase a estar enferma.

 

Entre las múltiples obligaciones que adquirió estaba la de levantarse cada vez que la llamaran y no dormirse hasta que el último hubiera llegado.

 

Así sufriera no tenía derecho a manifestárselo a nadie en la casa, en especial a los niños, pero tenía la obligación de mitigar las tristezas que los demás le contaran.

 

Tuvo que adquirir la facultad de multiplicar el tiempo, de ampliar los espacios, de hacer aparecer dinero de algunos escondites inimaginables… 

 

Y de siempre sonreír, siempre amar y siempre ser… mamá.

 

 

 

Galdjú Belrod

 

** Así le digo a mi mamá

lunes, 6 de mayo de 2013


03 de mayo de 2013.

Hola Felipe, hijo querido, hijo que siempre está en nuestro corazón. Hoy en especial queremos felicitarte por tu entrega, voluntad de sacrificio, y la sabia utilización que haces de tu inteligencia, que es superior.

Hoy mami y yo tuvimos el inmenso placer de ir por tus calificaciones, y enterarnos de boca de tus profesores de lo aplicado y voluntarioso que eres.

Nos encontramos también con la psicóloga del colegio, quien nos contó que tu socialización y capacidad de solución de dificultades ha mejorado tanto, que ya eres capaz de afrontar tus dificultades sin llorar, y en una forma concisa y sobre todo clara y madura.

¿Qué es madurez a los  casi 10 años que tienes? Madurez es tu actitud serena, reflexiva, analítica, es decir pensante, que hace que estemos ante un niño con una gran proyección, y que va creciendo mentalmente acorde con su edad cronológica. Un preadolescente que se destaca por ser responsable con su futuro, y que está sabiendo aprovechar los denarios, es decir las fortalezas y oportunidades que Dios le puso en sus manos.   

Feli, a ti Dios te entregó 10 denarios, te hizo merecedor a la máxima distinción, pero también de la más grande responsabilidad. La persona que recibe tantas oportunidades, y tantos beneficios, tiene que ser responsable consigo mismo y saber que tiene que multiplicarlos, primero en bien suyo, y luego en el de los demás: en su prójimo.

Como te escribí al principio de esta carta, nosotros como papás estamos felices de tener un hijo como tú, que brilla con luz propia, y que se quiere  a sí mismo, con la responsabilidad de saber cuál es su valor en este mundo, y por ello saber apreciar sus fortalezas personales y sus oportunidades.

Hoy, día previo a tu primera comunión, te agradecemos como papás, los regalos que nos haces, al responder con creces a todo el amor y la confianza que depositamos en quien fuera niño, y ahora empieza su vida de preadolescente, habiendo cortado con algunas actitudes que eran de infante.

Feli, hijo, estamos felices con tu desempeño académico, con tu responsabilidad ante tus deberes, y con el ánimo que le pones a cada tarea que emprendes. Gracias, muchas gracias por darnos este estupendo regalo.

Como te dije anteriormente, mañana comenzarás una nueva vida dentro de tu fe, dentro de la iglesia en la que nacimos tus abuelos y tus papás, y por ende naciste tú. Mañana comulgaras por primera vez, ello significa que por primara vez estarás invitado a la mesa del Dios al que le profesamos nuestra fe, y le encomendamos nuestras oraciones, y le damos gracias por ser tan bondadoso con nosotros.

Y será mañana tu primera cena espiritual, es decir tu primera común unión con todos los cristianos católicos y con Dios, porque ya eres lo suficientemente mayor como para saberte comportar en una fiesta en la cual Jesús comparte con nosotros a través de su cuerpo, que está en el vino y el pan ácimo, es decir en la hostia, todo lo mejor que tiene.

Jesús nos entrega lo mejor de sí en la comunión, como tú nos entregas lo mejor de ti mismo en tu vida diaria, siendo el maravilloso hijo que eres, y nosotros te correspondemos siendo los padres amorosos que nos brindamos a ti con alma,  vida, y corazón.

Felipe, hijo que siempre estás en nuestro corazón, mil gracias por las fabulosas calificaciones que nos entregaste, mil gracias por tu gran esfuerzo escolar, mil gracias por ser nuestro amado hijo.

Mañana cuando recibas a Jesús, cuerpo sagrado, en la comunión, dale gracias por permitirte ser el maravilloso Felipe Bernal Martínez que eres. Amén.

 

Con nuestro amor.

 

Mami y papi.