viernes, 10 de mayo de 2013


VOCACIÓN

 

* Dedicado a  “Soñita” **

 

…Y al aceptar su vocación, perdió el derecho a descansar; así llegase a estar enferma.

 

Entre las múltiples obligaciones que adquirió estaba la de levantarse cada vez que la llamaran y no dormirse hasta que el último hubiera llegado.

 

Así sufriera no tenía derecho a manifestárselo a nadie en la casa, en especial a los niños, pero tenía la obligación de mitigar las tristezas que los demás le contaran.

 

Tuvo que adquirir la facultad de multiplicar el tiempo, de ampliar los espacios, de hacer aparecer dinero de algunos escondites inimaginables… 

 

Y de siempre sonreír, siempre amar y siempre ser… mamá.

 

 

 

Galdjú Belrod

 

** Así le digo a mi mamá

No hay comentarios:

Publicar un comentario