martes, 26 de mayo de 2015

Maestro Alejandro Bernal


MAESTRO ALEJANDRO BERNAL

 

Nació en la Ceja del Tambó5, el 13 de julio de 193425. Fue el séptimo hijo del matrimonio del Maestro Samuel Bernal y María Cleofe González8. Fue bautizado con el nombre de Alejandrino, y hasta la edad adulta se le conoció entre su familia como Nino.

Su contacto con la música fue desde su nacimiento, toda vez que su padre era el organista titular de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen13, y su hermano Manuel José, mayor que él 10 años, era ya músico reemplazante de su papá en algunos servicios religiosos, en los que interpretaba tanto el armonio, como el órgano tubular. Ambos Maestros fueron sus primeros formadores musicales.

Nino en ocasiones les narraba a sus hijos las penurias familiares de sus primeros años, debido a las dificultades económicas existentes en el hogar, a tal punto que algún día dijo: “cuando éramos niños comíamos carne una vez cada semana, cuando mi papá nos llamaba, cada día a un hijo diferente, y nos daba de la carne que a él le servían”.

Dentro de sus recuerdos musicales infantiles contaba con gran alegría acerca de las novenas a la Virgen Inmaculada, y las de Navidad, que acompañaba en “Los Anselmitos” (Vereda Las Lomitas de La ceja), en ocasiones con don Antonio García interpretando la flauta y don Antonio Bedoya interpretando el violín9 –músicos que también hicieron lo propio durante muchas festividades religiosas, acompañando en esa época a don Samuel Bernal y al joven Manuel José-.

Teniendo 12 años visitó con su padre al entonces corista de la iglesia Nuestra Señora del Carmen79 de Abejorral, su hermano Manuel José. Allí presenció un acto que por su hermosura e importancia familiar recordó durante toda la vida: vio y escuchó a cinco bandas municipales interpretando al unísono, durante una alborada, Amanecer, la obra insigne de quien para entonces ya empezaba a ser reconocido como un músico importante en Antioquia: el Maestro Samuel Bernal31.   

También recordaba que la primera vez que vino a Medellín, acompañó a su papá a comprar papel pautado al almacén de Los Vieco, y allí conoció al Maestro Carlos Vieco74, y también conoció un piano. Ante la curiosidad del menor –de 11 años- con el instrumento, el Maestro Vieco le pidió que tocara alguna obra. Nino fue aplaudido por el Maestro Vieco, al terminar de interpretar el pasillo Patasd´hilo75,104.           

Nino a los 14 años era un estudiante sobresaliente7 del Colegio de San José de La Ceja, regentado por los Hermanos Cristianos26, donde en 1948 se encontraba repitiendo segundo de bachillerato, porque a pesar de haberlo ganado con muy buenas calificaciones, no habiendo más años que cursar, su padre había tomado la decisión de evitarle la vagancia enviándolo de nuevo a este curso. 

Contaba que una mañana de domingo de marzo de 1948, mientras vendía el Obrero Católico27, escondiéndolo debajo de la ruana, porque le avergonzaba que lo vieran las muchachas realizando este oficio, lo observó Manuel J. desde el atrio de la iglesia de La Ceja, y le preguntó, cuánto valía cada periódico, y qué año estaba estudiando.

Cada periódico costaba un centavo. Fue entonces cuando Manuel J. le dio el dinero, y le ordenó que fuera a botarlos, y no le contara nada a su papá. Nino también le contó que estaba repitiendo segundo de bachillerato, porque no había más años que estudiar en La Ceja. Manuel J. le pidió que tuviera listo un ajuar para la semana siguiente, que él se lo llevaría a estudiar al Colegio de San José en Medellín. Esta anécdota fue el principio de una gran amistad que surgió entre los dos hermanos y que perduró hasta el final de sus días.

Llegado al Colegio de San José, tuvo Nino la oportunidad de demostrar el talento que existía en sus manos, cuando, llamado por la sonoridad de un piano, observó desde la puerta de un salón a un Hermano Cristiano francés, que sufría las repeticiones de los errores de su alumno, y quien en medio del desespero increpó al tímido estudiante cejeño cuestionándole qué hacía ahí parado. Nino ante la incredulidad del profesor y del alumno respondió que él sabía tocar la Marsellesa73.

El Hermano Cristiano pasó del infierno al cielo, y Nino se convirtió en la figura artística del Colegio de San José. Tanto así que de ahí en adelante fue su músico de cabecera a nivel escolar.  Esta ventaja le permitió solicitar permisos que generalmente no se le daban a los estudiantes internos, y que lo llevaron a conocer los más importantes artistas mundiales que visitaban a Medellín31, y a vivir de la mano de su hermano mayor los ensayos de los excelentes músicos que componían la orquesta de la Voz de Antioquia, dirigida en ese entonces por el Maestro José María Tena39.

A la muerte del Maestro Tena, el Maestro Manuel J. Bernal lo reemplazó como director de la orquesta de la Voz de Antioquia31, lo cual le brindó a Nino la oportunidad de alternar como pianista con figuras de renombre internacional que visitaban la ciudad, hecho que lo animó a profundizar sus estudios interpretativos  del instrumento con la pianista italiana Ana María Penella25. 

En el Medellín de la década de los 50 reemplazó a su hermano, el Maestro Manuel J. Bernal, como organista de la iglesia El Calvario38, y tuvo las primeras oportunidades de amenizar recepciones sociales en las cuales alternaba con su ilustre mecenas10. Estudió durante dos años en la facultad de ingeniería electrónica de la UPB25, pero en 1955 tomó la determinación de dedicarse por completo a la música78.

En una ocasión en que iba a interpretar una melodía en directo, en la Voz de Antioquia, el maestro de ceremonias Rodrigo Correa Palacio76, le preguntó el nombre del artista que debía anunciar, y Nino le respondió: Alejandrino Bernal. Don Rodrigo fuera de micrófono le dijo que él no “anunciaba un artista con un nombre tan feo”, y decidió anunciar por cuenta propia al músico Alejandro Bernal, nombre artístico que de inmediato Nino adoptó.

Hasta 1963 el Maestro Alejandro Bernal se desempeñó como pianista auxiliar de la orquesta de la Voz de Antioquia, corista de la Iglesia El Calvario, y organista en diferentes centros culturales de Medellín, dentro de los que se destaca el Bar Las Américas77, famoso tertuliadero de la ciudad de la eterna primavera, donde departieron y vivieron gratos momentos musicales los personajes más destacados de la sociedad, con música en vivo, interpretada en el órgano por el Maestro Alejandro Bernal.

De esa época y de la amistad con su coterráneo, el poeta Darío Ángel, surgieron las creaciones musicales: Queja, Amparo y Al pie de tu reja102, cuya letra es del poeta, y la música es de su autoría; y los pasillos instrumentales Linda, y Agridulce, que son un catálogo de elegancia melódica, técnica pianística y gusto armónico. Del mismo periodo es Flor cejeña, creación literaria del cantante de Los Zorzales Óscar Osorio, y musicalización del Maestro Alejandro Bernal15.

Es durante ese lapso de tiempo que, en conjunción con las diferentes actividades como músico en la ciudad de Medellín, integra la orquesta de Los Hermanos Martelo71, donde interpretaba los teclados, en especial el piano, y adquiere la destreza propia de los soneros que ejecutan los “tumbaos” armónicos de los aires musicales tropicales.

Durante toda su vida profesional hizo orgullosa alusión a su paso por esta agrupación caribeña por dos motivos principales: ser de los pocos “cachacos” que conformaban la orquesta; y tener la habilidad musical para haber hecho una transición destacada entre su formación musical inicial en la cual había mucho compás de tres por cuatro –valses clásicos, y bambucos colombianos- a los compases binarios de las cumbias y los porros46.  

En 1963 viajó a Nueva York donde estudió armonía, y aprendió la técnica con la cual algunos organistas estadunidenses hacían “hablar” el órgano Hammond, novedoso espectáculo interpretativo que al regresar a Colombia, le era solicitado frecuentemente durante sus presentaciones, ya que era el único músico que lo realiza en Antioquia. Durante su estadía en los Estados Unidos de Norteamérica alternó como organista, en el restaurante español Puerta del Sol de Manhattan, con el Maestro Aníbal Ángel82.

En 1964 regresó a Medellín, trayendo consigo un moderno órgano Hammond que le permitió trabajar como artista independiente e incursionar profesionalmente como organista, interpretando géneros tropicales, hecho que lo aproximó a las casas disqueras, que buscaban artistas que interpretaran los aires musicales del Caribe que estaban en furor en ese momento.

En 1965, tras la partida de su hermano el Maestro Manuel J. Bernal, a Bogotá, se convierte en el director de la Orquesta de las Estrellas de RCN78, y en el corista de la Iglesia Santa Teresita, y a su vez se cotizaba en el mercado disquero nacional, con discos de larga duración como “Órgano y ritmo” de Discos Fuentes84. Este éxito musical lo catapultó y le permitió integrar el elenco artístico que amenizó el Reinado Nacional de la Belleza, en Cartagena, alternado con los cantantes Jairo Villa, y Harold Orozco. En este año contrajo matrimonio con la señorita María Sonia Rodríguez Molina. De su unión nacieron: Guillermo Alejandro, Carlos Mauricio, David Fernando y Luz María.   

Coltejer, una empresa textilera de renombre nacional, fundada en 190783, quiso celebrar sus 60 años con un acto que fuera grandioso, y dejara grata recordación. Por eso en 1967, el Maestro Alejandro Bernal fue contratado para dirigir el concierto conmemorativo, en el cual se interpretaron hermosas piezas colombianas, a las cuales el Maestro Bernal, por solicitud expresa de los contratantes, les debió realizar arreglos semisinfónicos, que permitieron crear un imaginario donde se podían escuchar obras consideradas joyas de la música colombiana, con modificaciones que se ajustaban a las características de algunos compositores clásicos, logrando con ello una mezcla que sin desvirtuar la composición original dejara percibir cómo hubiera sido interpretada si la hubieran creado músicos como Beethoven, Mozart, Schubert, Chopin, entre otros. El resultado fue tan bueno que, al finalizar la presentación, el Maestro León Cardona81, se le acercó al joven director de orquesta, y lo felicitó por los extraordinarios arreglos, y la pulcra dirección orquestal.  

A principios de la década de los 70 es contactado para componer la música del himno del Atlético Nacional. Hasta mediados de la década de los 70 fue artista de las disqueras Codiscos y Sonolux, y laboró como artista independiente, amenizando reuniones sociales en las cuales en ocasiones también tocaba a dúo con el Maestro León Cardona, con el cual se presentaban en el Hotel Veracruz y en el Club Unión81. Es en este periodo de su vida donde toma la determinación de tramitar el cambio jurídico de nombre, y recibe documentos legales que acreditan que su nombre es Alejandro Bernal González.      

En 1978 se celebraron en Medellín los XIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde tuvo el honor de representar a los artistas antioqueños e interpretar el órgano ante las delegaciones deportivas que desfilaron en el Estadio Atanasio Girardot durante la imponente ceremonia inaugural.

Es finalizando esta década cuando compone el pasillo Luz María, dedicado a su hija menor, y aunque el pasillo es instrumental86, de esta obra en especial, solía mencionar con frecuencia el Maestro a nivel familiar que la segunda sección de la melodía87 lo podía convertir en un pasillo vocal86 y su letra era según su cantar:

Mi linda niña                                                Mi linda niña     

Luz María                                         Luz María

Luz María                                         Luz María

Chupa dedo                                     Mi linda niña

Luz María                                         La luz

Chupa dedo                                     de mi corazón

      

Con el advenimiento de la venta masiva de órganos en Colombia, la casa fabricante estadunidense Órganos Thomas se instaló en Medellín, y como valor agregado  abrió una academia de órgano, contratando al Maestro Alejandro Bernal como su director en la ciudad. Comienza con esta actividad otra faceta muy importante de la vida musical del Maestro, quien también llega a trabajar como profesor de música por varios años en el Colegio Betlemitas85 de Medellín.  

 

Después de una fructífera labor como profesor en la Academia musical de Órganos Thomas, durante la cual varios de sus alumnos salieron ganadores en los concursos que se realizaban en la televisión –en Animalandia94-, toma la determinación de continuar su labor docente en su propia academia musical, llamándola Academia de órgano de Alejandro Bernal.

En su academia el Maestro Alejandro, autónomo plenamente para desarrollar su método de enseñanza, rompió el paradigma que habían tenido hasta ese momento las instituciones de educación musical, bajo el cual sólo se le debía enseñar música a quienes tuvieran aptitudes musicales, ignorando los deseos de los estudiantes, y supeditándolos a la aprobación de un examen de clasificación para poder determinar si eran elegibles o no para el aprendizaje.

Este cambio de concepto, significo una apertura para que toda persona que quisiera aprender a tocar un instrumento –en este caso los teclados- lo pudiera hacer, encontró eco en la República de Colombia, que tomo la tesis como ejemplo y la amplificó a nivel nacional, representando ésta una idea formativa novedosa que le mereció en 1982 el reconocimiento del Ministerio de Educación Nacional y la condecoración Francisco de Paula Santander, “como homenaje a los servidores más eminentes de la cultura nacional” 88.

Conjuntamente con su trabajo educativo, el Maestro Alejandro en 1983 realizó una presentación apoteósica en el Teatro Juan de Dios Aránzazu, de la Ceja del Tambo, donde en compañía de sus hermanos, los Maestros Manuel J., Suso, y Alberto, -Bernal González- deleitó a los asistentes, durante dos horas que fueron ínfimas ante la emoción del público, que alborozado pedía que continuaran tocando30.      

 

Con el paso de los años, y las severas dificultades de salud que padeció, producto del asma alérgica, y la diabetes, fue disminuyendo sus apariciones públicas, dedicándose casi por completo a la enseñanza de la interpretación de los teclados y a la grabación casera de la música que alguna vez compuso y/o interpretó.  

 

El 26 de agosto de 1992 la Secretaría de Educación y Cultura del Departamento de Antioquia le informó que su obra “Linda” ha sido “ganadora” del primer premio en el II Concurso de composición “Carlos Vieco Ortiz. El jurado opina de su obra: Pasillo de corte moderno en la primera parte, con buena estructura armónica. La segunda parte y la tercera son un poco más comunes, pero sin caer en la monotonía; la escritura es perfecta y está de acuerdo con la grabación89.

En el año 2005 toma la determinación de no trabajar más en la música, debido a sus severos quebrantos de salud; es en ese momento cuando su amigo el tenor Víctor Hugo Ayala93 le pide el favor de que le grabe las pistas de las obras que ha cantado con maestría en tantos rincones del mundo y que con tanto acierto interpretativo le acompañaba el Maestro Alejandro en Medellín.

Por medio de la Resolución 009 de 2006, la Honorable Asamblea de Antioquia90, le confirió la Orden al Merito Cívico y empresarial Mariscal Jorge Robledo, Grado Oro al Maestro Alejandro Bernal González, por sus valiosos aportes y esfuerzos realizados en bien de la formación y divulgación musical y sus aportes a la cultura en el Departamento, y determinó colocarlo como paradigma digno de imitar.

De igual forma en el mismo acto realizado en una hermosa ceremonia en el teatro Juan de Dios Aranzazu, del Municipio de La ceja, el Honorable Concejo Municipal de la Ceja del Tambo91, por medio de la Resolución 004 de 2006, lo puso como ejemplo de probidad, de don de gentes, y de hombre de bien, imponiéndole el Escudo del Municipio.  Ésta se puede decir que fue la última aparición pública del Maestro Alejandro, a quien las enfermedades y la fatiga de su vida bohemia y musical92, lo fueron menguando hasta llevarlo a la muerte en la ciudad de Medellín,  el 07 de agosto de 201092.

Sobre las composiciones del Maestro Alejandro Bernal, el Maestro León Cardona81 expresó: “Sus composiciones desarrollaron ideas melódicas  atrevidas, producto de las inquietudes musicales de un compositor conocedor de las novedades contemporáneas, quien aplicándolas no afectó sus obras con extravagancias inaceptables, logrando composiciones de belleza auditiva, que superaron los estándares melódicos y armónicos del momento.”      

De su producción musical como compositor, arreglista e intérprete existen 7 discos, 1 casete, y 7 compactos con grabaciones realizadas en varias casas. Discos Fuentes: Órgano y ritmo 2, Órgano y ritmo 4;  Coltejer 60 años; Oh qué delicia,  Ay que delicia, Excitante, Tangos en la noche; Grandes éxitos Alejandro Bernal G; La música es vida en la magia de Alejandro Bernal González y sus teclados volúmenes 1 al 7


Escrito por Guillermo Alejandro Bernal Rodríguez, publicado en La música de nuestros ancestros, 2014, ISBN 978-958-58771-0-8


 
 


1 comentario:

  1. Yo era su alumno por allá entre el 2000-2003

    Qué pasó con su órgano y demás organetas yamaha en las que me enseño tanta música en el segundo piso de su casa en laureles?

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